La iniciativa de José Luis Doroni y Rosana Pérez resalta el valor de la solidaridad y el compromiso con la comunidad en tiempos de crisis.
Su decisión de actuar ante la situación de emergencia que viven los pobladores de Bahía Blanca es un ejemplo inspirador de cómo los ciudadanos pueden unirse y hacer una diferencia, incluso desde lugares lejanos.
Al recolectar donaciones en Embajador Martini, lograron reunir recursos que llevaron personalmente a aquellos que los necesitaban. Este acto de generosidad no solo ayuda a aliviar las dificultades de quienes sufren las consecuencias de un temporal devastador, sino que también envía un mensaje de esperanza y unidad en un momento de adversidad.
La emotiva felicitación de su nieta Ludmila refleja el orgullo familiar y la admiración por este gesto altruista. Estas acciones generan un impacto positivo en la comunidad y fomentan un espíritu de cooperación que puede transformar la realidad de muchos.
José Luis y Rosana, a pesar de sus propias limitaciones, muestran que la empatía y la solidaridad son valores fundamentales que pueden prevalecer en cualquier situación. Su contribución se suma a las muchas otras que están surgiendo en Bahía Blanca, donde la comunidad se une para reconstruir y sanar tras la devastación.
Estos hechos, aunque pequeños en comparación con la magnitud del desastre, son un recordatorio del poder que tiene la acción colectiva en la búsqueda de una solución a los problemas que enfrenta la sociedad.
IMAGEN: NOTA TN
