En el barrio Sur de General Pico, la esperada obra de infraestructura comienza a rendir frutos, transformando la vida cotidiana de sus habitantes.
A pesar de que aún quedan algunos detalles por concluir, como el paso a nivel de la calle 217 y el desagüe en la intersección de 266 y 201, las autoridades municipales hacen un llamado a la comunidad para que mantenga la paciencia, asegurando que "falta poco" para que se completen los trabajos.
Los residentes ya disfrutan de mejoras significativas, especialmente con el recién asfaltado bulevar que conecta la ruta provincial N°1 con el barrio Sur, facilitando una circulación mucho más fluida y segura. Las antiguas calles, que anteriormente se volvían intransitables en días de lluvia, han sido modernizadas, lo que brinda una vía más accesible. Además, la obra ha beneficiado las vías de acceso a la Escuela NEA –Nueva Escuela Argentina–, mejorando considerablemente el tránsito de estudiantes y familias hacia la institución.
El proyecto es parte de una segunda etapa de expansión del casco urbano de la ciudad. Desde la Secretaría de Planificación y Gestión Urbana, se detalló que esta intervención sigue a otra importante repavimentación que incluyó casi 300 cuadras en el centro. “Mientras trabajábamos en eso, ya estábamos planeando estas dos ampliaciones: la de los cinco pasos a nivel y la doble vía, y la que ahora lleva forma con las calles 266 y 217”, comentaron.
El diseño no solo contempla la ampliación del espacio vial, sino también mejora la armonía del entorno urbano. Se han construido cisternas, tanques elevados, y estaciones de bombeo, vitales para asegurar el suministro de agua y el saneamiento en el área.
A pesar de que no se ha fijado una fecha de inauguración, los efectos positivos de esta obra ya son palpables en la vida diaria de los vecinos, quienes continúan experimentando los beneficios de esta significativa inversión en infraestructura.