La implementación de la receta electrónica en Argentina, que entró en vigor el 1 de enero de 2025, busca modernizar el sistema de prescripción y dispensa de medicamentos en todo el país.
De acuerdo con el Decreto 345/2024 del Ministerio de Salud de la Nación, las recetas deberán realizarse exclusivamente a través de plataformas digitales registradas en el Registro Nacional de Plataformas Digitales Sanitarias (ReNaPDiS).
Los requisitos para que una receta electrónica sea válida incluyen la identificación del médico o profesional de salud (nombre, matrícula, especialidad, etc.), el código de barras, la identificación del paciente, el detalle del medicamento recetado, y la firma digital del profesional. Además, las plataformas encargadas de gestionar las recetas verifican la inscripción de los profesionales en la Red Federal de Registros de Profesionales de la Salud (REFEPS).
Las recetas electrónicas estarán almacenadas en repositorios virtuales, facilitando el acceso de las farmacias a la información necesaria para dispensar los medicamentos. Este sistema promete mejorar el acceso a los medicamentos y agilizar el proceso de prescripción, evitando errores de interpretación y simplificando trámites administrativos.
Cabe destacar que las recetas manuscritas seguirán siendo válidas en zonas de difícil acceso o en situaciones donde el sistema electrónico no funcione correctamente. Además, las recetas emitidas en papel antes de 2025 podrán seguir utilizándose hasta su fecha de vencimiento.
Esta medida forma parte de un esfuerzo más amplio para fortalecer el ecosistema de salud digital en Argentina, conforme a la Ley Nacional de Recetas Electrónicas (N° 27.553) de 2020.
Implementación por jurisdicción
- Adherentes a la Ley Nacional: 11 provincias, como Tucumán, Mendoza y Catamarca.
- Con leyes provinciales propias: Buenos Aires, CABA, entre otras.
- En proceso de legislación: Santa Fe y Río Negro.
- En revisión: La Pampa, Neuquén y Formosa.
Impacto esperado
Este sistema fomenta la integración digital y una administración más eficiente del sector salud. Además, cumple con los objetivos de la Ley 27.553, promoviendo un ecosistema sanitario moderno y orientado a las necesidades del paciente.
Beneficios esperados:
- Mejora en la toma de decisiones médicas.
- Reducción de errores de interpretación.
- Simplificación de trámites administrativos.
- Mayor acceso y seguridad en el almacenamiento de las recetas.
