La prórroga del programa Cuota Simple por seis meses, aunque bienvenida en un contexto económico difícil, viene acompañada de modificaciones que podrían tener un impacto significativo en las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Estos cambios incluyen una posible modificación en la tasa de interés, que podría superar el 50% (actualmente es del 40%), y una reestructuración de las cuotas disponibles, limitándolas posiblemente a menos de las 12 que estaban disponibles previamente.
Una de las modificaciones clave es que el programa se limitará exclusivamente a las pymes, excluyendo a los grandes comercios, con el objetivo de concentrar los beneficios en zonas con menos competencia bancaria. Además, se fomentará que los bancos negocien directamente con los comercios para ofrecer beneficios a los clientes, lo que podría no garantizar la misma accesibilidad que el programa anterior.
Aunque algunos sectores como la línea blanca, la indumentaria, los muebles y los servicios educativos continuarán estando incluidos en el programa, las pymes podrían verse afectadas por la reducción de opciones de cuotas, especialmente aquellas que dependen de plazos más largos, como los 9 o 12 meses, que habían ganado popularidad.
Además, la incertidumbre sobre lo que sucederá después de los seis meses de prórroga genera preocupación, ya que muchas pymes dependen de estas facilidades para mantener su competitividad, sobre todo en un escenario de consumo aún deprimido.
Si bien la prórroga podría dar un respiro a corto plazo, los cambios propuestos podrían dificultar la planificación financiera para las pymes, especialmente en un entorno económico incierto.
