El conflicto entre las provincias de La Pampa y Mendoza por el manejo del agua del río Atuel continúa, con nuevas pruebas presentadas ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).
En esta ocasión, el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, ha reafirmado la postura de su provincia, sosteniendo que Mendoza tiene los recursos hídricos necesarios para cumplir con el fallo de la Corte emitido en 2020 sin necesidad de obras adicionales de infraestructura.
Antecedentes del conflicto
En julio de 2020, la CSJN falló a favor de La Pampa, estableciendo la obligación de Mendoza de garantizar un caudal mínimo permanente de 3,2 m³/s hacia la porción pampeana del río Atuel. La Pampa ha sostenido históricamente que la interrupción del flujo adecuado de agua por parte de Mendoza ha causado daños ambientales significativos, afectando tanto a los ecosistemas como a la producción agrícola en la región pampeana.
Informe de la CIAI pampeana
El nuevo informe técnico presentado por la delegación pampeana de la Comisión Interprovincial del Atuel Inferior (CIAI) refuerza la postura de La Pampa, argumentando que:
- Mendoza puede cumplir con el fallo sin realizar obras adicionales, dado que el agua necesaria ya está disponible en la cuenca.
- La principal barrera para el cumplimiento es la falta de voluntad política por parte de Mendoza, que no ha adoptado un manejo conjunto del recurso.
- El manejo actual del agua por parte de Mendoza, incluyendo el riego excesivo y el uso ineficiente, ha sido deliberado para disminuir las reservas y evitar compartir el agua con La Pampa.
Pruebas y maniobras de manejo ineficiente
El informe de la CIAI pampeana evidencia varias maniobras realizadas por Mendoza que, según La Pampa, buscan reducir artificialmente las reservas de agua:
- Erogaciones extraordinarias: Durante la temporada de riego anterior (hasta mayo de 2024), Mendoza liberó cantidades de agua cuatro veces superiores a lo habitual, afectando los niveles de los embalses.
- Riego ineficiente: Se ha documentado el uso de sistemas de riego por manto y canales descuidados, lo que resulta en una gran pérdida de agua, además de irrigar parcelas abandonadas.
- Embalses colmados: A pesar de tener el embalse de Valle Grande al 100% de capacidad al inicio de la temporada de riego actual (agosto de 2024), Mendoza ha mantenido un manejo que La Pampa califica de derrochador.
Implicaciones y próximos pasos
La Pampa sostiene que Mendoza ha tenido y sigue teniendo agua suficiente para cumplir con el fallo de la CSJN de 2020, pero ha elegido no hacerlo, agravando así el impacto ambiental y social en la porción pampeana del río Atuel. La nueva presentación ante la Corte busca demostrar la falta de voluntad política de Mendoza y presionar para el cumplimiento inmediato del fallo, sin necesidad de esperar nuevas obras o aumentos en la oferta de agua.
Este conflicto refleja las tensiones históricas por el manejo de recursos hídricos en la región y pone de relieve la necesidad de establecer mecanismos de manejo integrado y sostenible del agua que contemplen los derechos y necesidades de ambas provincias. La resolución de este conflicto será clave para el futuro de la cuenca y la relación interprovincial en materia de recursos hídricos.