La bronquiolitis es una infección respiratoria común en niños menores de dos años, especialmente durante los meses de invierno. Se caracteriza por afectar tanto las vías respiratorias altas como las inferiores, comenzando con síntomas similares a un resfriado y evolucionando hacia tos y dificultad para respirar. En casos graves, puede afectar la alimentación y el sueño del bebé, aunque la fiebre no siempre es un síntoma principal.
El tratamiento generalmente es ambulatorio e incluye mantener al niño hidratado, controlar la temperatura y utilizar antitérmicos en caso de fiebre. La mayoría de los niños se recuperan en aproximadamente 7 a 10 días con cuidados simples y seguimiento médico. En raros casos, pueden ser necesarios aerosoles o incluso oxigenoterapia en instalaciones especializadas.
Ana Bertone, directora general de epidemiología, destaca la importancia de no automedicarse y de usar antibióticos solo cuando sean estrictamente necesarios debido a la resistencia antimicrobiana global. También enfatiza la prevención mediante medidas como mantener una buena higiene, evitar el humo de cigarrillo y asegurar que los bebés estén correctamente abrigados pero no en exceso.
Desde este año, como parte del Calendario Nacional de Vacunación, se ha introducido una vacuna contra el virus sincicial respiratorio para mujeres embarazadas entre las semanas 32 y 36 de gestación. Esta medida busca proteger a los bebés durante los primeros seis meses de vida, cuando están en mayor riesgo de sufrir cuadros severos de bronquiolitis.