La Semana del Escritor finalizó colmando las expectativas, destacándose por su formato inclusivo que involucró a toda la comunidad.
Con un gran despliegue organizativo, la ornamentación se convirtió en la protagonista, creando un clima sensorial que permitió a grandes y chicos ser parte del evento.
Por las mañanas, las escuelas participaron activamente, y los niños asistentes pudieron tocar y jugar con el material dispuesto, un aspecto destacable que permitió a las infancias sentirse involucradas. Por las tardes, los especiales de música, lectura, encuentros de escritores y el cierre del café literario reunieron a las familias en un espacio relajado, pensado para el disfrute colectivo.
Alrededor de 1.000 personas respondieron positivamente a la convocatoria, lo que abre la puerta a proyectos futuros para continuar fomentando y revalorizando la escritura achense junto a sus autores.